El vivero municipal estufas del Retiro se sitúa junto a la plaza del Ángel Caído.
La superficie de este vivero municipal es de 35000 metros cuadrados de superficie, donde están incluidos 23 invernaderos de diferentes tamaños y diseños, que se denominan “estufas”, que cubren 3555 metros cuadrados.
Situacion de la zona en el Retiro
La mayoría de sus instalaciones conservan el diseño típico de un vivero tradicional con invernaderos adosados, a dos aguas, y con cajoneras.
Desde su inauguración han surtido de plantas al parque y a otros ajardinamientos madrileños.
Instalaciones creadas por Felipe IV, con ayuda del Conde Duque de Olivares.
“Este vivero es un testimonio casi único de un sistema de cultivo heredado del siglo XIX”
Los invernaderos se denominaban “estufas”, debido a que se calentaban por medio de calderas situados en cuartos hundidos en un extremo de cada nave.
Las plantas se sitúan sobre mesetas, salvo los destinados a plantas de tamaño grande que se colocan en platabandas en el suelo.
La cubierta de todos los invernaderos es de cristal debido a su gran rendimiento lumínico y térmico.
La diferencia entre los antiguos invernaderos y los nuevos es que los antiguos son invernaderos adosados, orientados al sur, de forma que el eje del invernadero está orientado de este a oeste. Dentro de los antiguos también destacan los invernaderos a dos aguas o tipo capilla, donde el eje está orientado en sentido norte-sur y son aptos para el cultivo de plantas en cualquier época del año. Se caracterizan porque tienen una capacidad de ventilación superior a los adosados. Los modernos, por su parte, están orientados al norte-sur y sus dimensiones son mucho más grandes que los antiguos de dos aguas. Están destinados a la producción de planta de temporada, vivaces y plantas de interior, y en ellos se pueden observar sistemas auxiliares modernos como el cierre motorizado de las aireaciones y el sistema automático de sombreo.
Las cajoneras, son antiguas instalaciones de obra cuya parte superior se cubría con bastidores de cristal, de manera que constituían pequeños invernaderos. Se rellenaban parcialmente con estiércol y hojas y las plantas se disponían sobre dicha capa ya que mediante su fermentación, se proporcionaba en invierno suficiente calor para el desarrollo de plantas de clima más templado. Sin embargo, actualmente, estas cajoneras se usan como zonas de cultivo protegido para plantas de temporada y pequeños arbustos, como semilleros al aire libre y zonas de plantación de plantas madres y cultivos de flor cortada.
Las platabandas, son zonas de cultivo al aire libre para plantas en maceta o bandeja. Se dedican al endurecimiento de las plantas de temporada, cultivadas en su primera fase en los invernaderos. Se distinguen porque su forma es rectangular y están bordeadas por pasillos.
Los túneles, son instalaciones de origen agrícola, de hierro galvanizado y grandes dimensiones que se adaptan perfectamente a los cultivos ornamentales. Son de gran versatilidad ya que sirven tanto para sombrear mediante la instalación de una malla como para proteger del frío mediante la instalación de una cubierta de plástico flexible.
Este vivero municipal alberga una pequeña estructura de los denominados umbráculos, que proporcionan sombra, refrescan el ambiente y ayudan a conseguir un clima más húmedo. Su objetivo principal es proteger ciertos arbustos del exceso de insolación en verano. Todos estos espacios ayudan a producir una gran cantidad de plantas, a lo largo de todo el año. Se producen sobre todo plantas de flor para macizo aunque también hay una pequeña producción de plantas verdes de interior y de arbustos. Además, la mayoría de las zonas de este vivero se dedican al mantenimiento de diversos ejemplares para la realización de adornos municipales ya que en muchas ocasiones estas plantas se recuperan y se vuelven a utilizar.
Diferentes clases de cultivos
Petunias, tapetes, salvias, begonias o geranios son los cultivos de plantas de flor anuales que pueden verse en este invernadero. Estas plantas cubren el periodo de plantación de abril y noviembre, es decir, el período libre de heladas. En esta misma categoría se encuentran las plantas de temporada bianuales que cubren el período de plantación entre octubre y junio. Otras plantas de temporada que se producen en este vivero son las vivaces, capaces de vivir tres o más temporadas. El número de estas plantas vivaces es muy grande aunque muchas, en realidad, son plantas para coleccionistas y no se usan en el ajardinamiento. Destaca la gallardia, monarda o la phlox. A su vez, el vivero dispone de zonas especiales para el almacenamiento de bulbosas, que son plantas, como los tulipanes y los narcisos, que se adquieren en Holanda como bulbos y que se plantan junto a las bianuales.
Los cultivos de plantas para adornos municipales son otra de las funciones principales de este vivero, ya que se realizan decoraciones con plantas y también composiciones florales, como ramos, coronas, guirnaldas e incluso carrozas. Se dividen en dos tipos, las plantas de interior como los ficus y cissus, y de exterior como son los madroños, los laureles o los aligustres. Asimismo, en relación a los cultivos de flor cortada -que se realizan en platabandas y cajoneras- destacan las caléndulas, alhelíes y crisantemos. Ya dentro de los cultivos especiales se encuentran los cultivos de plantas en jardineras urbanas intercambiables. Se cultivan en el vivero hasta que están en pleno desarrollo. Hay varios modelos, el primero es el sifu, que tiene tres pisos y gran capacidad de sustrato, siendo el resultado una masa vegetal casi esférica de gran efecto ornamental. Se plantan con geranios de gitanilla en primavera-verano, crisantemos colgantes, en otoño y con esparragueras e hiedras en otoño-invierno. El otro modelo es más sencillo y consiste en dos jardineras semicirculares que se adaptan al mástil de las farolas y se suelen plantar con especies similares al modelo anterior. Por último, existen los globales en los que se insertan las plantas en cestillos, dando como resultado una masa vegetal perfectamente esférica.
Madrid cuenta con una gran superficie verde cercana a las 21000 hectáreas, de las cuales 5000 corresponden a parques y jardines de conservación municipal.
Exactamente, 2013 hectáreas corresponden a “Parques y jardines Históricos”, como la Casa de Campo, el Parque del Retiro, Fuente del Berro, Parque del capricho, Parque del Oeste y la Quinta de los Molinos. Además, 241 hectáreas corresponden a “Zonas verdes y Espacios singulares”, situados en el eje Prado-Recoletos; Puerta del Sol, Alcalá, Plaza de la Independencia, Plaza de España y Plaza de Oriente. Otras 623 hectáreas corresponden a las “Áreas Forestales y reas de Circunvalación”, zona M-30 y Parque Lineal del Manzanares, y 1976 a las “Zonas verdes del distrito”. A todo esto hay que sumar, los más de tres millones de árboles existentes en Madrid, de los cuales más de 216000 constituyen el arbolado de alineación, que se encuentra distribuido por las calles y avenidas de la ciudad.
Madrid dispone de 220 especies distintas, entre los que destacan los plátanos de sombra (25% del total), diferentes variedades de acacias (34% del total). Destacan también los olmos (11% del total), los arces (5% del total) y pinos, catalpas o castaños de indias, junto con otras especies (25 % del total).
Estas alineaciones arbóreas constituyen corredores botánicos que sirven de enlace entre las diferentes zonas verdes de la ciudad y que contribuyen a mejorara la calidad de vida.